Para que nuestro cuerpo funcione necesitamos
alimentarnos. Gracias a la alimentación obtenemos la energía necesaria para que
funcione nuestro organismo y los materiales precisos para repararlo y crecer.
Pero los alimentos, tal y como los tomamos, no los
puede utilizar nuestro organismo. Antes es preciso que nuestro cuerpo los
transforme en sustancias más simples, a las que vamos a llamar sustancias nutritivas o nutrientes. Esta transformación se realiza en el aparato digestivo.
Pero para que las células de nuestro organismo
puedan utilizar estos nutrientes es preciso que éstos les lleguen con oxígeno.
De esto se encargarán el aparato respiratorio y el aparato
circulatorio.
Por último, una vez que nuestras células han
consumido los nutrientes, los residuos que se generan en las células habrá que
expulsarlos, y es aquí donde interviene el aparato
excretor.
Resumiendo, en nuestra nutrición intervienen cuatro aparatos: el
digestivo, el circulatorio, el respiratorio y el excretor.